AUN DISFRUTO.
noche aquella
que sin pensar
nuestros cuerpos temblaron
al compas de nuestro aliento
que se convirtieron
en uno solo
tus manos juguetonas
recorrían mis placeres
mientras nuestras lenguas
cual serpientes
se entrelazaban
nuestros cuerpos
se unían en uno solo
las ropas
comenzaron a estorbarnos
los halagos de ahogaban ya en nuestras bocas
nuestros ojos se entrecerraban
la sangre
corría con un placer indescribable
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