16.10.12

Cuando estoy cerca de ti en esos momentos perenne; donde no hay reloj ni tiempo entre las lunas traviesas y el espacio inmenso. En ese preciso instante se aviva un fuego que arde en mi boca desde la esquina de mis labios. Ahí, abraza la lumbre en el antojo de un beso y cobija el anhelo del deliro de la pasión.

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