29.4.12

Y no presagié andadura,
sobre un camino pedregoso.
Postrada en la ceguera, que
sirvió en bandeja de oro el amor loco

Me lancé deprisa a ese eterno desquiciado.
Remolino de vivencias,
sin aires de cordura y
despojadas de cualquier coherencia.

Subyugada a la pasión
desenfrenada de tu virus,
seguí tu rastro con proeza,
pero sin ningún atino.

Y fui desvaneciendo poco a poco
entre palmoteo y patochadas,
anestesiada mi conciencia como loca,
supurando daño en febriles delirios.

Mis sentimientos enfermaron
por tus idas y venidas
Enfermando noche tras noche,
enfermando...día tras día.




No hay comentarios: