Pasan lentas las horas cuando no estoy contigo, mi cabeza no deja de pensar en ti y te buscan mis ojos en el infinito a pesar de saber que no te encontrarán… Transcurren parsimoniosos los minutos si no oigo tu silenciosa voz, sordas palabras que puedo sentir… Devoro el tiempo con mis ansias de percibir nuevamente el calor de tu presencia, aún tan distante… y no por eso discurre presuroso… Muero por estar contigo cada momento, agonizo cuando el tiempo no se detiene al tenerte y vuela raudo llevándote con él… desgarrándome el corazón…
Las tardes calurosas que dejan caer gotas gélidas de sudor por mi espalda se tornan frías sin ti… cae la noche y la soledad me envuelve de melancolía. Suspiros exhala mi alma: surcan vientos de sensaciones buscándote de un lado para otro, cruzan océanos de dudas queriendo encontrarte bañada por sus olas ya limpia y pura de todas ellas… Suspiros de un corazón loco que vierte hasta su última gota de sangre por su amar más allá de todos los límites que marca la cordura…
Deseoso de sentir de nuevo tu presencia, duermo pronto… en mis sueños te tengo cerca, muy cerca… En mi oscura realidad te encarnas en la linda luna que engrandece el firmamento; miro al cielo, allá donde hay multitud de hermosas estrellas, y entre tanta belleza destacas tú… y sólo por ti late vigoroso en mi pecho, mi enamorado corazón… por su luna bella, que cuela sus rayos de luz por la ventana de mi habitación acariciando mi desnudo cuerpo, estremeciendo mi piel con sutil roce. Son la liviana brisa que solivianta mi alma, tus besos volados que procuran mis labios dormidos… que demandan el calor de los tuyos…
No quiero que el alba llegue con su brioso iluminar, consigo te llevará y al despertar ya no estarás… mis manos te buscarán en mi cama y no te hallarán… a mi cruel soledad, el amanecer me devolverá… Sábanas frías, etéreo soñar que se desvanece con los primeros rayos de sol… que impetuoso busca a su amada luna sin poderla encontrar; anhelante queda en su diario divagar esperanzado en un eclipse que los pueda juntar… y fundidas queden sus almas por siempre… de tanto amar…
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