Ataré suavemente tus manos.
Y estaré tan próxima que hasta puedas olerme
Iré quitando cada botón, lentamente...
y dejaré que mi blusa resbale por mis hombros...
Con tan solo dos dedos, deshago el lazo que mantiene mi falda hasta caer al suelo,
me dejaré las medias... pues sé cuanto te gustan...
No me pidas que libere tus manos.
Puedes acariciarte, pero hoy, hoy no podrás tocarme.



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